PURGATORIO de TOMAS ELOY MARTINEZ



Un principio por demás atrapante el reencuentro luego de 30 años de una mujer y su marido desaparecido en la Dictadura del ’76 en Argentina, con la pequeña diferencia que él sigue siendo el hombre joven de entonces y ella ya tiene 60 años.
En relatos laberínticos el lector trata de entender si realmente es él o tan solo una ilusión en la mente de la mujer que, carga con los desaparecidos que siempre están ahí, ya que nunca tuvieron oportunidad de despedirse.
En particular se puede decir que ese ser querido, amado, con el que se compartió tantas cosas y no se lo vio morir, no se lo enterró ni se cumplió ningún rito como para cerrar la etapa de duelo, es más fuerte la negación que la propia realidad, llegando al extremo de verlo en la calle, pensar que esta en otra ciudad viviendo una vida diferente gozando de buena salud y reconstruyendo una entidad nueva que nos es ajena. Este es el caso de Emilia Dupuy, el personaje principal de la novela, que se pasó treinta años de su vida buscándolo en Brasil, México, en geriátricos, en mapas que se borraban al terminar de confeccionarlos, más allá que tres testigos aseguraron verlo asesinado en el juicio de las Juntas.
Tomas Eloy se entremezcla en la trama y confiesa su enfermedad avanzada, el ley motiv que lo lleva a escribir siempre…“Mientras yacía esperando la muerte me dije que esa era quizá la manera de recuperar la vida. Descarte entonces la narración que ya había empezado y me puse a escribir esta novela llena de lo que no existe…A ella la resucito la esperanza de volver a ver a Simón, a mi me ha resucitado este libro.”
Para los lectores que han sabido leer su obra, nos revive su lenguaje exquisito, el contexto a tiempo y los personajes tan contradictorios y abatidos por una realidad argentina que los atraviesa.


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