GALERIA ARTE X ARTE




El día 22 de marzo se inauguro en la Galería Arte x Arte las siguientes muestras, bajo la dirección artística de Eduardo Medici.

En la planta baja, los trípticos de María Zorzon, son en palabras de la misma artista, secuencias con las cuales propone simbolizar el derecho de cada mujer, de poder elegir su lugar en el mundo, ese lugar tantas veces delegado. En esta muestra, titulada “Siempre hay mundo”, se ponen en relación cuerpos desnudos de mujeres y lugares desolados. Una relación que no es solamente formal sino que pareciera reparar el sentido perdido entre ambos.

En la Sala Metal, nos encontramos con la instalación interactiva sonovisual “SINinterrupciones”, de Diego Costa, bajo la curaduría de Jorge Zuzulich. La misma, plantea una transformación del espectador tradicional, permitiéndole desempeñar un rol de cosificador de sujetos. El individuo se encuentra prisionero en el encuadre de una cámara. Atrapado en un video, es visto por todos ininterrumpidamente, quedando sumergido a disposición del participante quien tiene el poder de manipularlo, pudiéndolo convertir en objeto de un juego musical.

Luego, ya en el primer piso, en la Sala Madera, el colectivo Sub [cooperativa de fotógrafos], vuelve a la carga ahora con una muestra cuyo eje es la situación ambiental del Riachuelo indagando, con este ensayo fotográfico, titulado “Oxigeno Cero” en las diferentes historias de personas que conviven allí cotidianamente con la contaminación en gran parte provocada por las industrias que vierten los desechos sobre su cauce.

En la Sala Tierra del mismo piso, sumándose al planteo de la problemática del Riachuelo, nos encontramos con la muestra “De orillas y límites” donde Viviana Macías y Juliana Ceci, con fotografías con una mirada no exenta de ironía remarcan el problema de contaminación que padecen los rivereños. Un problema bicentenario que parece no tener solución. Ambas muestras (Oxigeno cero y De orillas y limites) se desarrollan bajo la curaduría de Victoria Verlichak.

En el segundo piso, en la Sala Fuego, el taller VIDEO 10.10, creado y coordinado por Sara Fried, exhibe el resultado de un intenso trabajo desarrollado durante 2009 y 2010, producto de los encuentros que tienen su sede en la Galería Arte x Arte en Buenos Aires, donde se puede visualizar el ejercicio de la reflexión conjunta, el compromiso, y el intercambio de ideas. Diana Lebensohn, Jaime Hierro, Pablo Ruchansky, Paola Fontana, Magui Dávila, Marcos Torres, Mariana Lombard, Sergio Sosa, Valeria Stang y Yuly Enciso.

En el marco del proyecto Intervención del Montacarga, Iliana Regueiro interviene el mismo, como parte de una serie obras en la que la artista aborda la construcción del espacio como su territorio.

Junto al otoño una linda propuesta para enamorarse.

Datos y contactos:

ARTE X ARTE
Marisol Maidana
infoartexarte@fibertel.com.ar
4772-6754 / 4773 -2738
(15) - 3307 - 4246

CASA ALTOS DE ELORRIAGA en La Noche en Vela




La Casa de Altos de Elorriaga, ubicada en Defensa y Alsina, una de las pocas esquinas sin ochava que perduran en la ciudad, fue una de las primeras de altos que tuvo Buenos Aires, construida en 1808, es la más antigua de este tipo que aún se conserva.

Aún en proceso de restauración, abrió sus puertas.´por única vez, el sabádo 26, dia en que se llevó a cabo la Noche en Vela. El primer piso era la residencia, con un gran patio central, mientras que la planta baja estaba destinada al comercio, en este caso un café. En su fachada se lee Café y botillería de la Revolución, y a su modo, intentó ofrecer un homenaje a los primeros cafés porteños.
La original participación en La Noche en Vela de la Dirección General de Museos, dependiente de la Subsecretaría de Cultura, fue homenajeando a los cafés de Buenos Aires de principios de Siglo XIX en la Casa Altos de Elorriaga, patrimonio que integra el Museo de la Ciudad. Allí, una gran cantidad de visitantes pudo degustar, entre las 19 hs. y las 7 de la mañana, típicas bebidas de la época, como horchata, candial, ginebra, aguardiente, vinagrada, etc., además de chocolate y café, que se sirvieron en algunas ocasiones. El acontecimiento estaba engalanado con personajes vestidos de época: un camarero servía las bebidas y un guitarrista tocaba melodías del siglo XIX; mientras tanto, una cantante lírica y dos habitantes de la casa, ubicados en los balcones, interactuaban con el público en la calle, como parte de una visita guiada.

LA HORA DEL PLANETA, en el marco de la Noche en Vela






A diferencia de la zona Norte, en las cercanías de la avenida 9 de Julio, era muchísima la cantidad de personas, multitudes con sed de ver algún espectáculo por más minimo que fuera.
La figura de Elena Roger, en el mismo escenario que dias atrás estuvo Plácido Domingo, era el imán al que todos se dirigían, por ende el lugar se vio colmado. En cuanto a los medios de transporte para poder acceder, hasta donde se encontraba el escenario, los subtes se encontraban colapsados como en una hora pico de dia de semana, la gente en los colectivos con la misma pregunta "¿llegaremos a tiempo para ver a Elena Roger?".
La 9 de Julio, era un avispero de gente paradas algunas, sentadas otras con cámara en mano y celular para poder captar la imagen de esa gran cantante reconocida en Francia por su papel de Edith Piaf. Los tambores ya estaban dispuestos para el conteo.
Alrededor de las 21.20, empezaron las imágenes a correr, para contar a los espectadores la magnitud de semejante acto por venir. Todos los países que se adherían y las ciudades que dentro de Argentina también iban a apagar las luces de sus edificios y momumentos nacionales.
Sobre las dos pantallas se inició el conteo que, a coro repetía el público presente, a las 21.30 las luces del obelísco se apagaron y los tambores japoneses "Taiko" sincronizados, empezaron a sonar en la oscuridad, perfectos, sonoros y llamativos para nuestra cultura, no dejaba de maravillar a los miles que aguardaron allí la Hora del Planeta. Con velas algunos en pos de una acción global de lucha contra el cambio climático.
Al pie del Obelisco, fue el lugar indicado, para el espectáculo circense con los Babel y los lanza llamas, más próximos a la gente que acompañaba con sus velas la vigilia de 60 minutos. "La hora del Planeta" un momento único que pudieron vivir un grupo de personas, que se hicieron miles de millones a través del mundo.

Datos y Contacots:

www.buenosaires.gob.ar/cultura