Reabren las históricas galerías bajo el Obelisco



De los viejos pasillos casi no quedan rastros. Todo luce impecable, con un diseño similar al de los shoppings modernos pero con su esencia intacta. Los pisos gastados, que habían nacido con las galerías en los años 60, fueron reemplazados por otros de porcelanato claro; las paredes tuvieron su merecido revoque; y hasta los sanitarios fueron reformados para uso público. También hubo espacio para el arte.
Unen Carlos Pellegrini y Cerrito debajo de la 9 de Julio y conectan con los subtes B, C y D. Tendrán aire acondicionado, más iluminación y un sector para la Policía Metropolitana. Allí funcionan 50 locales comerciales.
Mal acostumbrados a los antros que hay por doquier en Buenos Aires  re encontrarse con un lugar que por mucho tiempo se obvio dado que era “peligroso” es  una maravilla.
Las historias se cuentan de a miles en los pasajes subterráneos de la 9 de Julio.
 Los 50 locales, los millones de usuarios, las épocas de esplendor del Centro, las crisis económicas, las discusiones cotidianas, el deterioro y ahora... la resurrección. Desde hoy, las tradicionales galerías que unen Cerrito y Carlos Pellegrini, reabrirán sus puertas tras permanecer tres meses en obra. Para los trabajadores in situ y pasajeros, las mejoras están a la vista: tendrán aire acondicionado en lugar del improvisado sistema de ventilación, espacios con Wi-Fi, más iluminación y nueva señalización.
El próximo paso será la instalación de cámaras de seguridad, medida que se concretará en las próximas semanas.

Datos y Contactos


Cerrito y Carlos Pellegrini

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