Restaurantes Populares de Buenos Aires


Un top five con los restaurantes populares donde se puede disfrutar de platos abundantes, sin pretensiones glamorosas y a bajo precio.
Más allá de tendencias y vanguardias, Buenos Aires permite disfrutar de una mesa apetitosa y bien provista, en algunos rincones que conservan la esencia del pasado e invitan a probar recetas como las de la abuela. Estos Restaurante tienen el estilo de los viejos Bodegones y son un clásico en la Ciudad de Buenos Aires. Concurridos por una clientela fiel y por turistas que buscan encontrar algo de esa ciudad que fue en antaño. Con manteles de papel, jarras pingüinos para servir el vino de la casa, tazones para la sopa, jamones colgados que invitan a probarlos, paredes descascaradas repletas de retratos autografiados por viejas glorias del deporte y el espectáculo que transitaron sus mesas, y mozos que asesoran sin especulaciones conforman una atmósfera pintoresca y atractiva.


Cinco opciones para disfrutar


Don Chicho
Abierto martes a sábado mediodía y noche. Domingo solo mediodía. Lunes solo por la noche. En una esquina fronteriza donde Villa Ortúzar tiene aspiraciones de Villa Urquiza y Belgrano "R" se emplaza este tradicional bodegón porteño muy concurrido por futbolistas y algunas celebridades locales. La bienvenida la da una ventana a la calle sobre la cual Doña Coti, o algunas de sus colaboradoras, continúa amasando esos tradicionales fideos al fierrito que le dieron identidad a Don Chicho, un bodegón de los de antes atendido por toda una familia. Como sucede en la mayoría de estos reductos, el clima es afectuoso y sin sofisticación, como corresponde. Los platos son todos caseros y el flan de postre es un imperdible.


Especialidades del restaurante
Entre las especialidades de Don Chicho, restaurante que elabora las pastas caseras a la vista, se destacan los fuccile al fierrito, los ravioles de ricota y los sorrentinos de jamón y muzzarela. También se sugiere el chivito, con papas a la portuguesa, a la calabresa o a la provenzal. Y a la hora de los postres, el flan casero y el clásico queso y dulce. La variedad de vinos es muy amplia, tanto con respecto a las bodegas como a los precios.

Ambiente
Don Chicho cuenta con una rica historia que data de 1922, momento en que el abuelo del actual dueño poseía allí un almacén. Con el paso del tiempo, el almacén se transformó en una cantina y hoy el restaurante constituye un clásico del barrio de Belgrano. Entre su concurrencia se cuentan artistas, jugadores de fútbol y un público joven, que llegan atraídos por la atmósfera de bodegón antiguo que se respira en el salón. Las paredes son testigos de la historia: de ellas no sólo cuelgan fotos de los deportistas y cantantes habitués, sino también notas periodísticas que han relevado el interés del restaurante.
Las paredes descascaradas, la trastienda a la vista, los tubos de luz titilando y los manteles de papel completan la pintura detenida en el tiempo. Tita Merello y Luis Sandrini eran comensales habituales del lugar.

Datos y contactos
Plaza 1411, Villa Ortúzar - Ciudad de Buenos Aires
Teléfono: +5411 4556 1463
Horario: 12 hasta 15 horas y de 20 horas al cierre.

Spiagge di Napoli


Abierto mediodía y noche (domingo por la noche cerrado). Una cantina con todas las de la ley emplazada en el corazón del barrio de Boedo. Con más de ochenta años de historia, es todo un clásico de la cocina abundante y a buen precio. ¿Su menú? Lo mejor son las pastas que se venden por kilo. A pesar de la impronta italiana, también se pueden degustar platos vernáculos y pescados. Excelente la comida, servida en tiempo y forma, hermosa cantina ambientada al estilo familiero italiano. Recomendado para ir en familia o con amigos; muy buen servicio de mozos.


Un hermoso restaurant de comida italiana. Bien cantina de barrio, atendida por sus dueños, donde se sirven las típicas pastas italianas, espesas, gruesas, pesadas, bien ricas y sabrosas. Frescas, realizadas en el día. La ambientación del local, es simple, característica, de época. Los precios, como buen bodegón son accesibles.
Su salón tiene todos los tips de ambientación necesarios para convertirla en un refugio cordial. Bullicio, mozos atentos al cliente y un estimulante vino de la casa hacen el resto.

Datos y contactos
Avenida Independencia 3527, Boedo - Ciudad de Buenos Aires
Teléfono: +5411 4931 4420

La Maroma

Abierto todos los días mediodía y noche. Ideal para cenar antes o después de alguna función teatral. Emplazado en el corazón de uno de los más concurridos circuitos teatrales de la ciudad, este bodegón es el refugio para espectadores, bohemios y artistas. Su atmósfera sórdida le otorga un clima especial no apto para quienes buscan refinamiento en un lugar impecable.


Este rincón de Buenos Aires es ideal para los que van en grupo y no quieren compartir platos: su carta es una de las más surtidas de la ciudad con más de 300 opciones de comida casera. Algunas noches, es posible encontrarse con algún artista callejero que brinda su recital guitarra en mano y a la gorra. Bohemia con espíritu tanguero ciento por ciento.

Datos y contactos
Mario Bravo 584, Almagro – Ciudad de Buenos Aires
Teléfono: +5411 4867 6393

Club Eros

Abierto todos los días mediodía y noche. Aunque se salga con olor a comida impregnado en la ropa o haya que esperar un buen rato en las horas de mayor demanda, esta opción es una alternativa a la vieja usanza en un barrio invadido por restó de moda ambientados de manera cool, pero con una carta que deja bastante que desear.


En Eros sucede todo lo contrario: el ambiente es sencillo al extremo, pero la calidad de sus platos deja satisfecho al buen comensal. No hay una gran variedad, pero lo que ofrecen es apetitoso. Se destacan sus milanesas, las carnes y sus ensaladas fatto in casa. Al tratarse del buffet emplazado en un club de barrio, los gritos de gol sacuden a los visitantes que suelen llegar en masa colmando mesas extensas ideales para la sobremesa.

Datos y contactos
Uriarte 1609, Palermo - Ciudad de Buenos Aires
Teléfono: +5411 4832 1313

Miramar

Abierto de martes a domingo mediodía y noche. Lunes cerrado.
Sus botellas sobre los viejos anaqueles de madera gastada son una estampa distintiva de este sitio que cuenta con una clientela fiel.


Como cada vez que se visita un bodegón, la dieta hay que dejarla en la puerta y disponerse a disfrutar de los mejores platos de cocina tradicional y casera. En Miramar una de las especialidades son los fiambres que se filetean en el momento. El mondongo y las tortillas son dos de los platos más solicitados.

Datos y contactos
Avenida San Juan 1999, Boedo - Ciudad de Buenos Aires
Teléfono: +5411 4304 4261
Horario: de 12 a 16 horas y de 20 horas a cierre.

"Masacre del Pabellón Séptimo" piden reapertura de la causa como crimen de lesa humanidad


El equipo jurídico que impulsa la reapertura de la causa por el hecho, ocurrido el 14 de abril de 1978 en la cárcel de Villa Devoto, inició una campaña de adhesiones a un pedido que presentarán ante el Juzgado Federal Número 3, a cargo de Daniel Rafecas, para que el caso sea investigado como un delito de lesa humanidad.
 
“Creemos que esta matanza debe investigarse como un delito de lesa humanidad. Y le vamos a pedir al juez Rafecas que actué en consecuencia”, señaló en declaraciones a Télam la abogada Claudia Cesaroni, autora del libro Masacre del Pabellón Séptimo, en el que narra las alternativas de esta represión del Servicio Penitenciario Federal que hace 35 se cobró la vida de 64 reclusos en el penal de Villa Devoto.


Cesaroni, que encabeza el colectivo jurídico que promueve la revisión de un caso que está impune, aseguró que entre las víctima del también denominado “Motín de los Colchones”   podría haber un desaparecido.
Se trataría de un militante uruguayo llamado Jorge Hernández Rodríguez, que fue secuestrado en agosto de 1976 tras participar en una asamblea en una fábrica de la localidad de Dock Sud.
Meses después, Hernández Rodríguez quedó legalizado y se lo traslado a la cárcel de Devoto, donde se encontraba al momento de la masacre.
Sin embargo, este ciudadano uruguayo, que tenía 23 años en 1978, permanece desaparecido y su legajo figura en las listas de la Conadep con el número 1230.
Es más, según Cesaroni, este joven aparece fotografiado con vida en la tapa del diario Crónica correspondiente al día 15 de marzo de 1978, es decir un día después de producirse los hechos.
“Tenemos el testimonio del padre de Hernández Rodríguez que  reconoce al joven que aparece retratado en la tapa del diario como su hijo. Es una foto en la cual un detenido es trasladado por un efectivo del SPF. Luego de ello, no se tuvieron más noticias de él”, afirma la letrada.
Con este nuevo elemento, el grupo que investiga esta causa pretende que Rafecas reabra el expediente y lo tipifique como delito de lesa humanidad.

La Masacre del Pabellón Séptimo es la peor matanza que tuvo lugar en el sistema penal argentino y sucedió en plena dictadura, cuando la unidad carcelaria estaba bajo el control operativo del Primer Cuerpo de Ejército que comandaba el genocida Guillermo Suárez Mason.
Rafecas tuvo a su cargo la instrucción de la Megacausa del Primer Cuerpo, y por eso los integrantes de este equipo de investigación elevan este pedido ante su juzgado.
El requerimiento presentado ante el Juzgado Federal 1 solicita que se investigue la responsabilidad en el hecho que tuvieron los integrantes del Servicio Penitenciario Federal, entre ellos se encuentra el represor Víctor Hugo Dinamarca, sub jefe operativo del penal, que además actuó en el centro de detención clandestino conocido como “El Vesubio”.

Pero la intención es revisar la responsabilidad de los integrantes del poder Judicial, entre ellos el juez Guillermo Rivarola, que actuó en la primera instrucción y “no constató entre las víctimas heridas de balas”.
Además, el grupo que encabeza Cesaroni quiere que se investigue la actuación de Julio César Strasera, quien era el fiscal que instruyó en esta masacre y años después lideró la acusación en el juicio a las Juntas.
La investigación que sustenta el libro de Cesaroni se basa en el testimonio de Hugo Cardozo, ex detenido en Devoto y sobreviviente de estos hechos.


En la mañana del martes 14 de marzo de 1978, efectivos del SPF irrumpieron en el pabellón séptimo de la cárcel y desataron una feroz represión que derivó en un incendio, al  caer sobre los colchones varios de los calentadores que usaban los presos.
Muchos detenidos fueron ultimados a tiros y otros perecieron por asfixia, atrapados entre el humo, el fuego y los disparos de los carceleros.
A lo largo de la investigación, se sumaron los testimonios de otros cinco sobrevivientes, familiares de las víctimas y ex detenidas políticas, que alojadas en un pabellón contiguo al séptimo pudieron presenciar la masacre desde los ventanales del edificio en el que se encontraban.

“Hicimos un largo recorrido para llegar a reconstruir esta historia de represión. Este es un crimen que no puede quedar impune, por eso necesitamos que no prescriba. Para ello pretendemos lograr que la ciudadanía nos acompañe”, remarca Cesaroni.
Quienes quieran adherir a esta presentación pueden enviar su DNI completo, dando cuenta también su profesión, y pertenencia a una organización a la siguiente dirección de correo electrónico: cepoc.dh@gmail.com

Fuente: TELAM